
Pilar Redondo participando en el acto en la Biblioteca Provincial de Córdoba.

Libreto del acto.
PARAÍSO . Por Pilar Redondo
Canto I
La Providencia, que ha dispuesto todo,
con su luz pone en calma siempre al cielo,
en el cual gira aquel que va más raudo;
ahora hacia allí, como a un sitio ordenado,
nos lleva la virtud de aquella cuerda
que en feliz blanco su disparo clava.
Cierto es que, cual la forma no se pliega
a menudo a la idea del artista,
pues la materia es sorda a responderle,
así de este camino se separa
a veces la criatura, porque puede
torcer, así impulsada, hacia otra parte;
y cual fuego que cae desde una nube,
así el primer impulso, que desvían
falsos placeres, la abate por tierra.
Más no debe admirarte, si bien juzgo,
tu subida, que un río que bajara
de la cumbre del monte a la llanura.
Asombroso sería en ti si, a salvo
de impedimento, abajo te sentaras,
como en el fuego el aquietarse en tierra.
Volvió su rostro entonces hacia el cielo.