No es pandemia, es pandemónium
lo que está sucediendo:
todos los demonios
reunidos para hacerse
con el mando de nuestro destino.
Lucifer desde el Infierno
dirige el que quizá
sea su último asalto.
Los soldados de su ejército
se hacen llamar filántropos.
Utilizan la mentira
como arma de confusión masiva
y su estrategia es el miedo.
Disponen de todo el dinero
para ejecutar su plan,
que no es otro que derrocar
a su eterno Enemigo.
Pobrecillos, darían pena
si no fuese por las almas
que llevan a su condena.
Con fe y con esperanza
‒éstas son nuestras armas‒
resistamos sus embestidas
sabiendo que la victoria
final nos está prometida.