El Atlético de Madrid venció en Mestalla a un Valencia que es una sombra de lo que fue, pero que ha dejado algunos destellos de la buena sintonía que existe entre sus estrellas, Cheryshev y Paco Alcácer. Los de Simeone, por su parte, se presentaron como un equipo seguro, paciente y, sobre todo, con talento. La recompensa fueron tres puntos que hacen que les quede una remota esperanza por ganar la Liga. Y la esperanza es lo último que se pierde.